domingo, 12 de febrero de 2012

Sigamos adelante (Filipenses 3,7-16)


Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo... y las tengo por basura para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de Cristo.
... Continúo mi carrera por si consigo alcanzarlo, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús... Por lo demás, desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos adelante. 

à Cuando Jesús entra por la fuerza en la vida de Pablo, le hace perder todo, y Pablo en adelante considerará como peso muerto todo aquello de lo que se enorgullecía.
¿De qué estoy orgulloso?
¿Qué “basuras” me resisto a perder?

à Olvidando sus méritos, olvidando lo que ya sabía de Dios, y haciéndose disponible para nuevas experiencias.
¿A qué Cristo conozco? ¿Al de los libros? ¿Al de las charlas pastorales?
¿De qué Cristo hablo?

à Quiero conocerlo. Pues lo más grande no es hacer milagros ni hablar lenguas, sino conocer al que vive.

à Quiero conocer la fuerza de su resurrección. Todos quisiéramos sentir la presencia de Dios y, de alguna manera verlo, pero sólo compartiendo los sufrimientos de Cristo experimentaremos su poder. 

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