domingo, 8 de enero de 2012

Yo te elegí y no te he rechazado (Isaías 41,8-20)


à Yo, el Señor tu Dios,  te he tomado de la mano;  yo te he dicho: 'No tengas miedo,  yo te ayudo.'
Repites con insistencia “yo te ayudo”. Recuerdo que en multitud de ocasiones mi oración ha comenzado con un “ayúdame”. Ahora veo que me ha faltado algo importante: dejarme tomar de la mano. Ha sido un “ayúdame” desde lejos, sin intentar variar mi vida, sin estar unido a ti de la mano. El que va de la mano no cae si tropieza, se siente seguro, es un gesto entre padre-madre y el hijo. Es también expresión de amor, de protección, de seguridad en sí mismo, de cercanía… Pero el hijo sigue el camino del Padre, sus indicaciones, nota el apretón o la firmeza con que es agarrado. Me gusta, Señor, este gesto tuyo de tomarme de la mano. Sólo deseo dejarme conducir por ti, sin miedo, porque tú me ayudas. Gracias Abbá.

à Por pequeño y débil que seas,  no tengas miedo; yo te ayudo.
El hijo se siente fuerte con su Padre. Enfrenta incluso a los que son más grandes que él y emprende tareas que no se atrevería a hacer solo. Qué reconfortante es sentirme a tu lado, afrontando los trabajos, aconsejando a los que dudan, orientando a los jóvenes, reconciliando matrimonios, mediando en conflictos… Claro, mi fortaleza viene de tu apoyo constante, de estar al quite de cualquier situación. Contigo a mi lado, no puedo tener miedo, me atrevo a cualquier cosa… Gracias por tu presencia alentadora.

à Haré brotar ríos en los cerros desiertos  y manantiales en medio de los valles;  convertiré el desierto en ciénagas,  haré brotar arroyos en la tierra seca. Eres capaz de todo, Señor, sobre todo cuando te pones a crear felicidad. Del desierto de mi corazón harás brotar ríos de entusiasmo y generosidad. Creo, Señor, en tu poder vivificador que convierte mi vida árida en manantial fecundo para servir mejor a mis hermanos. 
Te lo pido de corazón, Padre amado, porque tu amor sin límites también me alcanza.

4 comentarios:

america dijo...

Que hermosa reflexión , cuando nos damos cuenta que todas las cosas nos pasan porque nos hemos soltado de la mano de nuestro Padre y queremos adelantarnos un paso para saber que hay más allá, o para sentirnos grandes, en fin es tan distinto caminar con él y saber que esta con nosotros cercanos unidos como dijo PABLO Ya no soy yo quién vive sino que es Cristo que vive en mí, Gracias,montbai.j por compartir una gran verdad y aclarar tantas dudas que todos tenemos alguna vez.DTB siempre.

Unknown dijo...

Gracias por tan bonita reflexión muchas bendiciones.....

Unknown dijo...

Ayúdame y mimame mi Dios mi señor Jesucristo nunca me sueltes de la mano te amo mimame mucho te necesito mi rey

Unknown dijo...

Mimame mi amado señor de los milagros de mailin Jesucristo bendito como to lo sabes hacer , con esta palabra me ayudaste a salir de muchas cosas malas que querian hacerme por eso siempre la leo porque me ayuda muchísimo
Amén